El FlowersVineyard&Vineyard buscaba un lugar donde poder exhibir sus vinos, en un ambiente que pusiera en primer lugar el contacto con la naturaleza. El enfoque de la firma de arquitectura protagonista, Walker Warner Architects, es dejar que la naturaleza domine, usando la arquitectura para enmarcar las diversas experiencias
Celebración del vino, la comida y la naturaleza. Revisitando una compañía vinícola de los años 70
En Healdsburg, California, en el corazón del Valle del Río Ruso, una antigua bodega está siendo renovada, conservando su encanto rústico y su auténtica conexión con la naturaleza, por Walker Warner Architects, Maca Huneeus Design, y Nelson Byrd Woltz Landscape Architects
Los edificios existentes, situados en un bosque de secoyas, estaban desconectados del rico paisaje en el que se encontraban. Un primer paso fue diseñar el contexto, con nuevos caminos que lleven desde la zona de aparcamiento hasta el centro de visitantes. La casa está teñida de negro, inspirada en la sombra de la arboleda de secoyas que la rodea
Siguiendo una línea sostenible, la mayoría de las estructuras originales fueron recicladas, incorporando estrategias de energía pasiva de bajo costo y alto impacto que incluían el máximo aprovechamiento de la luz del día a través de grandes ventanas y tragaluces, y la sombra mediante la inclusión de listones de madera en el exterior
No faltó la adición de un elemento emergente al final de la casa, oculto discretamente en el paisaje, en armonía con la topografía del terreno, que conserva las formas vernáculas pero al mismo tiempo ofrece una solución de continuidad a las vistas panorámicas y los jardines que ofrece la colina
Los invitados pueden disfrutar de varias áreas de reunión íntimas, para probar los vinos, tanto dentro como fuera. Los jardines están enmarcados por muros de tierra apisonada restaurados, y tienen como objetivo celebrar la naturaleza, además de ser un lugar ideal para degustar el vino
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