En 2004, el Ayuntamiento de Nápoles encargó a varios arquitectos de renombre internacional la construcción de una estación ferroviaria para la nueva línea de metro de la ciudad. El late motiv del proyecto es dar una identidad fuertemente reconocible al entorno en el que se encuentra
Estación central de metro de Nápoles. Entre arte, Arquitectura y Arqueología
El proyecto, conocido como triple A, o sea, Arte, Arquitectura y Arqueología, cuenta con la participación de los mundialmente conocidos arquitectos Norman Foster, Massimiliano Fuksas, Álvaro Siza, Domenique Perault, Karim Rashid y Benedetta Tagliabue, y pretende dar una fuerte identidad al entorno
Gracias a esta estación de metro y ferroviaria, se generan nuevas correlaciones entre el suelo volcánico natural de la ciudad y el diseño original del emplazamiento artificial, obra de Kenzo Tange, que data de la década de los setenta
La nueva estación, con su conexión subterránea, se encargará de transformar la superficie artificial de la zona en una topografía compleja, con varios niveles peatonales, y un edificio con una estructura extraordinaria. Varios espacios públicos permitirán una recepción física del presente y del pasado
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