El arquitecto húngaro Attila B, fundador del estudio Béres Architects Ltd, crea una villa de madera en las afueras de Kőszeg, cuyo carácter se destaca y enfatiza fuertemente por la ubicación en la que se construyó: el sitio de una antigua cantera donde la imponente pared rocosa se convierte en un fondo escenográfico de fuerte impacto
Villa de madera en Hungría. El muro rocoso se convierte en el protagonista escenográfico
En las afueras de Kőszeg, la encantadora ciudad histórica de Hungría, el arquitecto Attila Béres crea una villa de madera donde el muro rocoso externo se convierte en el elemento protagonista creando un agradable contraste con la cálida naturalidad de la madera
El edificio se coloca a unos diez metros sobre la carretera que corre a lo largo del fondo del valle, de esta manera es posible obtener suficiente luz solar durante todo el año mientras permanece cerca de la pared rocosa. La impresión, desde la distancia, es que la casa "flota" sobre el suelo natural
La villa consta de dos unidades conectadas por un grueso marco negro, entre las cuales se encuentra la terraza exterior cubierta que se convierte en el espacio central de la casa con una vista impresionante de las rocas y los bosques hacia el sur
En una superficie de 110 metros cuadrados, las aberturas grandes y sombreadas se alternan tanto hacia la vista panorámica hacia el sur como hacia las imponentes vistas de la roca hacia el norte. Los factores que influyen en la disposición de los espacios son, de hecho, la iluminación natural y la vista hacia el entorno
El edificio está ubicado en un país con un clima muy variado, con veranos muy calurosos e inviernos particularmente fríos: por lo tanto, se adoptan soluciones arquitectónicas funcionales para que el habitáculo mantenga una temperatura confortable en todas las estaciones. La combinación de soluciones altamente tecnológicas pero fáciles de usar permite un consumo de energía extremadamente bajo y un costo de construcción moderado
Las paredes interiores, de color blanco claro, reflejan los colores aleatorios del cielo y el entorno circundante. El alerce crudo teñido de negro en las superficies externas crea un contraste claro y agradable con el mismo material con un acabado natural y una superficie lisa en el interior
Los elementos naturales se entrelazan armoniosamente creando un acogedor refugio familiar donde los límites entre el entorno externo e interno se disuelven en la alternancia de materiales y colores
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