El joven fotógrafo húngaro Tamas Dragon cuenta su ciudad, Budapest, a través de la mirada de un recuerdo infantil, percibiendo el espacio mirando hacia arriba. Fascinado por los patios de los edificios antiguos, propone una nueva perspectiva de la arquitectura.
Rosa y azul minimalista. Colores pastel para una nueva visión 3D del mundo
En México, una Villa inmersa en el verde. La arquitectura natural determina el proyecto
Edificio de madera en los Países Bajos. Refugio escondido en el parque
Equilibrio entre historia, diseño y naturaleza. Un antiguo convento se convierte en un espacio multifuncional