NIGIN: la hospitalidad como experiencia arquitectónica y sensorial
NIGIN: la hospitalidad como experiencia arquitectónica y sensorial

NIGIN: la hospitalidad como experiencia arquitectónica y sensorial

Suspendido entre la tradición y la modernidad, NIGIN se asoma a Amanohashidate, uno de los paisajes más poéticos de Japón, transformando la hospitalidad en una experiencia contemplativa. Entre la luz, la materia y el paisaje, el proyecto dialoga con la naturaleza en un equilibrio perfecto de intimidad y apertura

La esencia del lugar resuena en los espacios

Fruto de la sensibilidad de Kenzo Makino & Associates, NIGIN se encuentra en el norte de la prefectura de Kyoto, con vistas al famoso Amanohashidate. Este proyecto de hospitalidad interpreta el territorio con respeto y medida, fusionando paisaje y arquitectura en un continuo perceptivo. Entre los proyectos de arquitectura contemporánea más refinados de Japón, NIGIN destaca por el constante diálogo entre la luz, los materiales y el horizonte. La disposición de las cuatro casas protagonistas del proyecto y de los espacios comunes sigue las líneas naturales de la costa, invitando a los huéspedes a sumergirse sensorialmente en la tranquilidad de la Bahía de Miyazu, donde cada elemento construido surge como una extensión del paisaje.

NIGIN: la hospitalidad como experiencia arquitectónica y sensorial

Espacios íntimos y formas en diálogo con la naturaleza

Las cuatro casas independientes y el edificio de gestión componen un microcosmos de silencio y armonía. Cada casa, con piscina privada, baño al aire libre y sauna, puede alojar hasta cuatro huéspedes, ofreciendo una experiencia de estancia a medida. Las configuraciones espaciales varían: Villa A abre su frente hacia Amanohashidate, Villa B se articula alrededor de un patio central, Villa C dispone sus espacios en secuencia lineal, mientras que Villa D conecta la habitación superior directamente con la piscina inferior. Esta diversidad de composición genera una experiencia única en cada unidad, manteniendo sin embargo un sentido de coherencia visual y fluidez narrativa en el conjunto arquitectónico.

NIGIN: la hospitalidad como experiencia arquitectónica y sensorial

Materiales, proporciones y coherencia paisajística

La arquitectura de NIGIN encuentra equilibrio entre continuidad y variación: techos a dos aguas, profundidad de alero calibrada y alturas medidas garantizan un perfil coherente, conservando la singularidad de cada villa. Los materiales, como las tejas tradicionales y los azulejos de gres porcelánico, se armonizan con las normativas paisajísticas locales, respetando la belleza discreta de la costa de Amanohashidate. Las paredes ortogonales al mar definen ritmo y orden, extendiéndose sin solución de continuidad entre interior y exterior. Todos los detalles, desde los suelos hasta los baños, siguen un riguroso alineamiento modular, subrayando la precisión del gesto proyectual y la continuidad material de la obra.

NIGIN: la hospitalidad como experiencia arquitectónica y sensorial

Privacidad, apertura y poesía del espacio

A lo largo del paseo peatonal costero, el proyecto aborda con elegancia la tensión entre apertura e intimidad. Las cotas del suelo están ligeramente elevadas para garantizar privacidad, mientras que los muros parapeto calibrados bloquean las vistas externas manteniendo vistas libres hacia el pinar y la bahía. Este equilibrio entre protección y transparencia genera una atmósfera serena y meditativa, donde la arquitectura se convierte en un instrumento de introspección. A través de la variación de las secuencias espaciales y el control de la luz, NIGIN ofrece a los huéspedes no solo una estancia, sino una experiencia de reconexión con la naturaleza, invitándolos a regresar.

NIGIN: la hospitalidad como experiencia arquitectónica y sensorial

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