La casa de montaña donde la luz y el verde de las montañas colorean el espacio.
La casa de montaña donde la luz y el verde de las montañas colorean el espacio.

La casa de montaña donde la luz y el verde de las montañas colorean el espacio.

En Shefford, Quebec, los arquitectos del estudio Atelier Général construyen un refugio, una residencia en armonía con la montaña. Inmersa en un bosque de arces, la residencia está en constante relación con el entorno exterior.

Respetar el medio ambiente construyendo en armonía

Construida en la ladera del Monte Shefford, diseñada por el estudio de arquitectura Atelier Général, la residencia ofrece una vista aérea de un paisaje poblado por rocas y arces. La idea inicial de este proyecto era integrar el espacio habitable con la montaña. Proyectos de arquitectura como este son un desafío emocionante para los diseñadores porque el diálogo entre la construcción y el entorno natural debe ser armonioso y, al mismo tiempo, el proyecto funcional para quienes viven en la vivienda.

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Vivir la montaña

Al entrar al sitio desde abajo, vemos un volumen negro que parece emerger de la pendiente y separarse de la vegetación circundante. Su forma oscura recuerda a las rocas que pueblan el sitio. Las áreas destinadas a la estancia, ubicadas en el piso superior, ofrecen una relación íntima con el sitio, un acceso a una naturaleza salvaje e incontaminada a través de una gran terraza.

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Inmersos en el bosque

Un espacio de servicio protegido por la proyección del piso superior da acceso a la residencia. Desde allí, una escalera de madera conduce al piso principal, donde los espacios se suceden bajo un techo plano y flotante, mostrando una estructura de madera. Las paredes se abren al final de cada eje para ofrecer una vista de los árboles circundantes, creando la sensación de estar protegidos bajo el techo de madera y sumergidos en el bosque.

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División de espacios

La cocina, acabada en chapa de pino blanco, está enmarcada por dos bloques blancos paralelos que forman una conexión indirecta con el comedor adyacente. Este espacio se abre completamente hacia la pendiente y dialoga con la roca situada cerca, integrada en la terraza. En continuidad con el dormitorio principal, el circuito continúa a lo largo del perímetro del espacio ocupado por el baño, en cuyo centro un baño-ducha se asoma a una enorme ventana, poniendo al usuario en intimidad con el bosque. Ubicada entre este espacio y la sala de estar, la terraza con forma triangular se abre hacia una cubierta frondosa, un nido encaramado en la cavidad del paisaje.

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