Perfecto equilibrio entre forma y función
La villa y el paisaje se entrelazan en un perfecto equilibrio entre forma y función. Moke Architecten ha realizado uno de sus proyectos de arquitectura más fascinantes, concebiendo un edificio en el que una sala triangular central sirve como eje, proyectando en el paisaje tres alas que se sumergen armoniosamente en la naturaleza circundante. Este diseño permite maximizar la conexión con el entorno, transformando la villa en una extensión natural del paisaje. Las alas del edificio, caracterizadas por un revestimiento de ladrillos en relieve, albergan diversas funciones, garantizando una distribución espacial óptima y una clara separación entre las diferentes áreas de la residencia. En cada habitación de la villa se percibe la presencia del paisaje arbolado, gracias a los amplios ventanales panorámicos que hacen tangible el área boscosa circundante. Al abrir las grandes puertas corredizas en la parte trasera, el paisaje boscoso se convierte en una sala del paisaje, un elemento dinámico que se integra como parte de la casa.