La plaza Kwakersplein se ha transformado a lo largo de la historia. Inicialmente fue una zona industrial en las afueras de la ciudad vieja de Ámsterdam, luego pasó a formar parte del distrito Bellamy. Desde entonces, la gente ha estado migrando a este punto, justamente como una caravana
Cafetería en Ámsterdam símbolo de un barrio. El mobiliario divide el espacio en paisajes imaginarios
El barrio de Bellamy era marginal respecto a la ciudad, pero a partir del siglo XIX la gente empezó a emigrar a los suburbios como si se tratase de una caravana. El estudio Modijefsky ha traducido el viaje en un concepto de bar y restaurante, de ahí el nombre Karavaan
El interior está idealmente dividido en diferentes paisajes: prados, pantanos, bosques, montañas y desiertos, cada zona presenta su propia combinación de colores, materiales y un diseño específico. Al entrar por el vestíbulo principal, un techo de luz circular define el área loungeque se halla debajo. A partir de aquí el espacio se despliega en diferentes "direcciones" indicadas por cambios de color, acabados y objetos
Mirando a la derecha, un pequeño bar con una fresca paleta de colores pastel está conectado a una segunda entrada, ubicada en la esquina del edificio. Caminar por el piso de madera en espiga, hacia la barra de roble natural y cerámica blanca, da la idea de estar en la hierba alta de un césped. El bar cambia de función a lo largo del día, desde un café por la mañana hasta un local para tomar una copa por la noche
En los comedores los colores son más fuertes, transmitiendo una atmósfera misteriosa: el techo brillante, la columna azul y las paredes de estuco recuerdan los reflejos del agua y la aspereza de un pantano. En el lado opuesto del local, con vista a la plaza, hay un techo de color púrpura oscuro y un banco curvo a medida que crea un rincón acogedor que separa la barra del comedor
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