El encargo era claro: había que encontrar un club loco, diferente y sexy. La respuesta fue un diseño rico en detalles y ángulos, lleno de pequeñas locuras e historias: una atmósfera que invitara a dejarse llevar y perder la cabeza. Para ello, el espacio fue concebido como una secuencia de una película surrealista, que se va revelando poco a poco al entrar en el local
Restyling del Crazy Pianos Club. El espacio concebido como una película surrealista para dejarse llevar
El restyling del club de música Crazy Pianos tenía como objetivo renovar el club sin perder la esencia del proyecto original: la música en directo de dos pianos y una atmosfera divertida que haga bailar a todos los clientes. El resultado es un club colorido, loco y extravagante
La distribución está organizada por zonas claramente diferenciadas, en torno al centro energético de la sala: pianos elevados sobre un escenario. Las plataformas ligeramente elevadas permiten que todas las zonas tengan visibilidad hacia el escenario, mientras que sus formas orgánicas invitan a los clientes a pasear por el espacio y socializar. Y a medida que avanza la noche, las mesas alrededor de los pianos desaparecen hasta que esta zona se transforma en una gran pista de baile
Los mostradores del bar se entienden como dos polos energéticos que contraponen a los pianos, cada uno con una personalidad potente y diferenciadora. Así se crea un espacio vivo con una atmósfera de jardín romántico, con muebles de colores, objetos simbólicos e imágenes con toques surrealistas que invitan a jugar y dejarse llevar
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