Para reforzar y relanzar la importancia de Bressanone como sede principal, Durst quiso construir una nueva y moderna sede central que se presentara como símbolo de la empresa, renovando su imagen. El nuevo edificio se integra arquitectónica y funcionalmente con la sede histórica y el área de producción, retomando una idea nunca realizada por el arquitecto Othmar Barth que diseñó el primer edificio
Una nueva y moderna sede central para Durst. Un edificio orgánico que flota en el vacío para simbolizar el progreso
monovolumen architecture + design diseña la nueva sede central de Durst, empresa líder en el sector de los sistemas de impresión digital. La idea es un edificio orgánico que se presenta como una construcción de dos pisos de forma alargada y compacta que culmina con una torre de seis pisos
La idea original de un ala "flotante" con una torre lateral se retoma, de hecho, para desarrollar el nuevo edificio, que parece un edificio de dos plantas con una forma alargada y compacta que culmina con una torre de seis pisos y descansa sobre una placa continua con una fachada de vidrio, dando precisamente la sensación de "flotar" en el vacío. Al norte, el edificio orgánico se desprende de la base, creando una "cola" en la que se aloja un gran auditorio, mientras que al sur se "dobla" hasta tocar el suelo del jardín, valorizado por la presencia de un estanque de agua que multiplica el efecto escénico
La fachada, de forma orgánica, está compuesta por una estructura portante de madera laminada revestida de paneles de aluminio pintado con pintura polvo, en la que se insertan ventanas de varios tamaños, obteniendo un efecto "Pixelado". Las luces LED están integradas en las impostas de las ventanas, gracias a las cuales la fachada se ilumina de forma dinámica. Los aproximadamente 250 paneles de vidrio aislante permiten seguir la compleja geometría curva de la fachada
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