Villa en los campos de Eboli. Doble volumen y bloques geométricos interconectados

Domus OMA nace de un proyecto de reestructuración y ampliación de un edificio existente. El núcleo del proyecto es la construcción de "un puente" en el doble volumen bajo el cual pueda vivir un espacio abierto. Debajo de éste una gran ventana en la planta baja gracias a la cual se puede observar el campo al este y, por consiguiente, los orígenes agrícolas del territorio

Varias veces en este proyecto está presente el vínculo con los orígenes, de hecho también las piedras que pavimentan el camino en el jardín, se recuperan in situ: se trata, en particular, de piedras "eburinas", calcáreas, similares al travertino blanco, que se hacían en Éboli

La construcción tiene como objetivo llevar el menor espacio posible al jardín, incluso idealmente, de hecho, observando el diseño del suelo de la planta baja, se puede ver que tiende a integrarse con el diseño del balcón exterior, creando así un continuum entre el interior y el exterior. La casa, con la excepción de las zonas de noche, nunca se trata como un perímetro cerrado bien definido. Ésta se compone de tras bastidores que fluyen

La planta superior, desplazada al este para mantener las distancias legales con el edificio situado al oeste, es un volumen totalmente cerrado, donde se encuentran los dormitorios. La obra transmite la sensación de suspensión, ligereza, de deslizamiento sin enraizamiento, de desprendimiento del edificio del suelo. En realidad, todo esto nació del deseo de frenar el problema de la característica del suelo de abajo, muy arcilloso y poco inclinado, que contribuye en los casos de fuertes lluvias a la inundación de las casas de los alrededores