Ubicada en Siracusa, esta pequeña residencia, una antigua residencia de pescadores, fue renovada por el estudio Moncada Rangel, donde los pequeños espacios se destacan por las texturas verticales de las paredes que se convierten en obras de arte
Dicotomía entre contenido y contenedor, entre muestra y mostrar, el objeto que actúa como expositor es, al mismo tiempo, un objeto único. Así, el estudio Moncada Rangel reinterpreta este concepto en una clave contemporánea, yendo más allá de los cánones habituales
Bar con espíritu mediterráneo en Ibiza. El diseño transforma el color de la tradición española.
Equilibrio entre historia, diseño y naturaleza. Un antiguo convento se convierte en un espacio multifuncional
Recuperación en madera en Los Ángeles. Vivir la modernidad entre esencias tradicionales
La arquitectura se inspira en el arte del origami. Quiosco de madera en Luxemburgo