Un pabellón transparente entre la naturaleza y la arquitectura.
Un pabellón transparente entre la naturaleza y la arquitectura.

Un pabellón transparente entre la naturaleza y la arquitectura.

Una ampliación elegante y minimalista que dialoga con lo existente, extendiendo la casa hacia el paisaje. Un refugio de luz, materia y armonía, donde la naturaleza se convierte en parte integral de la experiencia habitacional.

Integración armoniosa con la casa existente

El proyecto, a cargo de Pablo Muñoz Payá Arquitectos, surge del deseo de ampliar los servicios de una vivienda preexistente con un pabellón que se integra de manera natural y discreta. La intervención no solo añade nuevas funciones, sino que también extiende la plataforma exterior en el terreno terrazado, ofreciendo una mayor disfrute del terreno y del paisaje circundante. El nuevo volumen se une a una estructura de mampostería de piedra ya existente, la del asador, y reinterpreta su presencia a través de un lenguaje contemporáneo de ligereza y transparencia.

Un pabellón transparente entre la naturaleza y la arquitectura.

Ligereza y transparencia como sello de diseño

La transparencia se convierte en el elemento clave de este pabellón: grandes paneles de vidrio de 3,5 metros de altura envuelven completamente el perímetro, inundando el interior de luz y creando una relación inmersiva con el entorno natural. La estructura se reduce al mínimo, con pilares esenciales y una cubierta masiva de madera, donde vigas seccionadas de 32x16 cm aportan ritmo y textura al techo. El contraste entre la solidez del techo y la ligereza de las superficies acristaladas genera un equilibrio refinado entre fuerza y transparencia, entre peso y suspensión.

Un pabellón transparente entre la naturaleza y la arquitectura.

Materiales naturales y continuidad material

Todo el proyecto se caracteriza por una selección de materiales naturales que aportan calidez y atemporalidad. La estructura, la cocina y los muebles están hechos de madera natural, mientras que las paredes interiores están acabadas con un enlucido de arcilla. El suelo, de piedra Crema Marfil proveniente de una cantera cercana, retoma el material ya presente en los espacios exteriores de la vivienda, pero con una nueva colocación en espiga que evoca las tablas de un puente de madera. Esta elección refuerza la idea de continuidad entre el interior y el exterior, un tema recurrente en los proyectos de arquitectura que buscan la armonía con el entorno natural.

Un pabellón transparente entre la naturaleza y la arquitectura.

Calor, tradición y convivencia

La cocina, el frente y la gran mesa de cinco metros están hechos de travertino oscuro, extraído de un solo bloque con un grosor de 5 cm. Este elemento escultórico se convierte en el corazón del espacio, pensado para la compartición y la convivencia. Las tonalidades cálidas de la madera, unidas a los detalles tradicionales y al mobiliario moderno, crean una atmósfera acogedora y relajada. Todo el proyecto se configura como un delicado ejercicio arquitectónico que combina transparencia, materia y calor, dando vida a un lugar donde la arquitectura se fusiona con la naturaleza y la belleza del paisaje se convierte en parte de la vida cotidiana.

Un pabellón transparente entre la naturaleza y la arquitectura.

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