El Restaurante Andrea Aprea abre sus puertas en el corazón de Milán: la relación entre la alta cocina y el diseño es un diálogo entre la visión, la materia y los sentidos

Un diálogo entre lo antiguo y lo contemporáneo, la memoria y la cultura, la materialidad y la emoción: una experiencia gastronómica y ambiental capaz de introducirnos en una nueva era es posible en el nuevo Restaurante Andrea Aprea en el marco del histórico Palazzo di Milano que data de 1871 y que ahora alberga la Fondazione Luigi Rovati y su Museo de Arte. Situado en el número 52 de Corso Venezia, en la última planta del Palazzo, el restaurante fue diseñado por Flaviano Capriotti Architetti, que también se encargó del diseño del Caffè Bistrot con vistas al patio verde secreto. 
Un entorno diseñado para los sentidos, un lugar para experimentar la relación con la comida, entre la espera y el compartir las consecuencias gustativas: en una dimensión de constante sorpresa estética, entre la intimidad y la plenitud

El diseño del restaurante transmite todos los valores de la experiencia gastronómica que el chef Andrea Aprea ha definido en sus veinte años de investigación. El ambiente se caracteriza por un espacio de gran impacto visual, donde una sorprendente ventana panorámica se abre sobre el parque de Porta Venezia y el horizonte de la ciudad. Los interiores desvelan la relación entre la espera y la puesta en escena de la experiencia gastronómica con un toque contemporáneo, creando sutiles relaciones de significado con la nueva vocación del Palazzo, el contexto cultural, los materiales nobles y el continuo diálogo con las obras de arte, entre las que destaca la obra site-specific creada por Andrea Sala, "Ilvestito di un Riflesso" para el tímpano del Palazzo

El restaurante ocupa 400 m², divididos en un comedor de 210 m², un comedor privado, una bodega, un vestíbulo y una cocina de 190 m². Hay espacio para 36 comensales, con ocho mesas dispuestas en el comedor central, donde los ojos de los invitados contemplan la inefable linealidad expresiva de la cocina: completamente a la vista. El gran comedor central se caracteriza por las paredes revestidas de almohadillado de Bucchero realizadas según un diseño elegido por Capriotti. Una espectacular lámpara circular de cristal de Murano y pan de oro -diseñada por Capriotti y producida por Barovier&Toso con la antigua técnica del "rocío"- marca la posición central de la sala y dialoga con las perspectivas inclinadas de las paredes y el techo que hacen de todo el espacio una especie de proscenio desde el cual se puede observar la alta cocina en acción

Con vistas al patio verde del Palazzo se encuentra el Caffè Bistrot, para el que el chef Andrea Aprea ha redefinido los cánones de la cocina popular italiana a través de una selección de grandes clásicos. El espacio -de 135 m² para 22 comensales en el interior y 12 en el exterior- se inspira en la tradición de los cafés del Milán cosmopolita y burgués de principios del siglo XX para mostrar las claves de la cocina italiana, desde el desayuno hasta la cena, con una oferta capaz de satisfacer el deseo de convivencia y buen gusto en cualquier momento. El diseño gira en torno a un icónico mostrador semicircular de latón bruñido que dicta la progresión del espacio y dirige la mirada de los clientes, siempre hacia el verde exterior, ya sea para tomar un café rápido, un cóctel en el mostrador o una comida sentados en las mesas junto a la ventana