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La historia que no te han contado y ya deberías conocer... El BIM no es Revit

Estamos en una era de confusión y malentendidos donde la información nos llega de manera sesgada e incluso incorrecta, y por supuesto, no iba ser menos en el mundo de las nuevas tecnologías y de la transformación digital, como es en el caso de la metodología BIM

Autores del artículo: D. Juan Pedro Dyangani Ose | D. Eduardo Silva Hernández


A menudo escuchamos una frase cuando vamos a impartir formaciones en diferentes entidades y empresas, “Vengo al curso de Revit, ¿Es aquí?”. No, no es aquí. Aquí se habla de BIM, una metodología de trabajo que es mucho más que Revit y en la cual existen muchísimas más aplicaciones que levantar en 3D un edificio.

Entonces, ¿Qué es BIM? El BIM es una metodología de trabajo colaborativa enfocada a la gestión y realización de proyectos de edificación, obra civil e instalaciones, a través de una maqueta digital o modelo de información. Es importante destacar esto último porque lo más importante de “Building Information Modeling” es la “I” de Información.

La Información es poder, y es la que hace que la metodología tenga un potencial infinito y la encargada de que el modelo sea más que un simple 3D para renderizar. El modelo se dota de información referente a sistemas constructivos, a sus acabados, a la fecha de compra de los elementos mecánicos presentes en el mismo y su plan de mantenimiento, entre otras cosas. Cuando al modelo le introducimos información asociada lo estamos completando con elementos y objetos parametrizados, es decir, convirtiéndolos en elementos particulares. Un ejemplo de parametrización puede ser el de un inodoro, introduciéndole información asociada pasará de ser un inodoro estándar a ser el de un determinado fabricante y una serie particular dentro de su catálogo.

Además de software de modelado (Revit, Archicad, AecoSIM, Allplan...), el BIM también se compone de software de cálculo (Cype, Robot, Tekla...), de coordinación (BimCollab, Bimvision, Solibri...), de gestión de mantenimiento (YouBIM, Kubbs...), entre otros, por lo que resulta fundamental el concepto de interoperabilidad, o capacidad de trabajo entre diferente software.

Otro factor a tener en cuenta a la hora de desarrollar un proyecto BIM serán el nivel de desarrollo o definición del mismo (LOD) y la dimensión que nos corresponde trabajar dentro de él. El desarrollo de un flujo de trabajo que cubra varias de las dimensiones del BIM será la clave del éxito de esta metodología, además, los diferentes desarrolladores están constantemente buscando formatos de intercambio comunes o estándares, para poder así garantizar el trabajo colaborativo entre empresas que cubran diferentes fases o dimensiones de un proyecto.

Actualmente, la administración pública ha empezado a exigir el uso de BIM en las licitaciones públicas, y las empresas del sector privado se han percatado del ahorro en tiempo y recursos que les supone la implantación de esta metodología, por lo que es cuestión de tiempo que tenga una implantación total en el sector de la construcción.

Hay dos cosas claras, que el BIM no sólo es Revit y que ha llegado para quedarse.

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