Aislamiento térmico
El aislamiento térmico de las habitaciones se ha convertido en uno de los aspectos centrales de los proyectos arquitectónicos de los últimos años. Es una técnica útil para reducir el desperdicio de energía y mejorar el confort de vida. Se trata de la utilización de materiales que garanticen un buen nivel de ahorro energético, tanto en verano como en invierno.
La función principal del aislamiento térmico en los edificios es evitar la dispersión del calor producido en el interior de la estructura hacia el exterior durante los meses más fríos. En los meses de calor, por el contrario, ayudan a mantener el aire fresco en el interior de las habitaciones, evitando así tener que recurrir a costosos y contaminantes sistemas de climatización artificial.
Los mejores materiales para el aislamiento térmico son resistentes al fuego y a la humedad. La resistencia al fuego es fundamental para evitar que las llamas se propaguen rápidamente por toda la estructura en caso de accidente. Pero también es importante una buena resistencia a la humedad, ya que la infiltración puede provocar la pudrición, el crecimiento bacteriano y la corrosión de los componentes metálicos.
Cada uno de estos materiales es un elemento clave para mejorar las propiedades térmicas de la arquitectura moderna y garantizar el más alto nivel de rendimiento técnico en términos de protección del clima interior y reducción de las cargas de desperdicio de energía.